domingo, 28 de abril de 2013

Algo se muere en el alma




En Londres conociste al chico de los ojos preciosos, 
al amor de tu vida, 
así que la boda sería allí y yo la encargada de organizarla. 

Teníamos claro que la ceremonia se celebraría en Saint Paul, 
esa majestuosa catedral 
a la que en mi viaje a Londres me harté de hacer fotos. 
Al salir de la misa iríamos hasta Trafalgar Square a tomar algo en St Martin in the Fields, después de ver la Iglesia que es un maravilla. 

Había que encontrar un hotel divino donde nos quedáramos todos los invitados que íbamos desde España.

Decías que tu vestido tenía que ser sencillo, pero casándote en esta catedral yo quería poner un toque de distinción, y ahí comenzaba nuestra discusión.....

En todo lo relacionado a pasear por Londres siempre estábamos de acuerdo, porque nos encantaba a las dos, esto servía para discutir con Ángel, que Londres no le gustaba nada, o lo hacia por llevarnos la contraria, nunca lo supimos, ardua tarea la que me encomendaste. 

Llegamos incluso a programar una larga estancia para mí y los que quisieran y un viaje de vuelta nada mas terminar la fiesta para el resto.

Cuantos planes y cuanta vida se han truncado!

El corazón se me hace un nudo, 
se me desgarra, 
vienen los recuerdos buenos y malos.
Me duele que te hayas ido, 
tanto como no haberme despedido de ti, 
no me dejaste estar a tu lado en los peores momentos, 
tu y tu manera de ver las cosas, siempre tan diferente de las mías.

Ha de pasar una buena temporada antes de que te perdone por todo esto, 
pero tranquila terminare haciéndolo, porque sobre todo te quiero, 
y me consuela que al menos te lo pude decir 
siempre que te mandé un correo o un mensaje, 
y cuando te vi, solo una vez.

Contigo se va un pedacito de mi, 
formas parte de mi vida....de mi historia.

Canta Cortez que algo se muere en el alma cuando un amigo se va, 
y eso me está pasando ahora

Te quiero Ana, descansa en paz


E.M.