domingo, 24 de marzo de 2013

Las eternas incógnitas del amor


Ha pasado mucho tiempo desde la ultima vez,
de repente, nos encontramos y sin mediar palabra,
con una mirada intensa y profunda, 
nuestros ojos, nuestras manos,
nuestros brazos y nuestras almas
se fundieron como si solo uno fuéramos.

Todo ello nos llevo a un beso y un abrazo muy largo, 
relajado y pasional,
un abrazo que todavía hoy siento fuerte e intenso.

Nos miramos de nuevo sintiendo en todo nuestro cuerpo
esa sensación de romanticismo, de pasión, de amor...
De repente...me desperté
y me quedé con un grato recuerdo de lo soñado,
de lo vivido.

E.M.