Cansada estoy de vivir y
fuerzas para seguir no tengo.
Tu empeño me obliga a cuidarte
tu tesón a complacerte
tu amor a respetarte
y tu vitalidad a quererte.

La pena me invade,
la vida me obliga,
y sin querer,
yo quiero cuidarte,
Madre mía.
Claro ejemplo eres de
amor, amabilidad, paciencia,
respeto, sacrificio, entrega,
fuerza, dedicación, tesón.
A Dios le pido que corresponderte pueda
para que en tu recta final
todo lo feliz que te mereces seas.
E.M.