Fuiste un hombre de palabra, honrado, trabajador, enemigo de la mentira...Tendrías tus defectos, como no! como los tenemos todos, pero ahora, perdura en nuestro recuerdo todo lo bueno que hiciste, todo tu amor por nosotros, aunque te costaba demostrar tus sentimientos.
Apenas tuviste la posibilidad de ir a la escuela, y aprovechaste, ya de mayor, cualquier oportunidad para aprender, trabajaste duro como camionero para tu familia.
Hace unos meses conseguí un libro del que recordabas una lección en particular, te encantó compartir con tus nietas y nosotros que te acordabas palabra por palabra de aquella lección.
Todavía me duele por dentro día a día, cuando miro ese reloj que aunque se compró para mamá, usaste tú, hace de esto más de veinte años, cuando miro tus fotos, tu arcón lleno de herramientas y otros trastos que siempre te hacían decir "el que guarda halla", esos cuadros de animales que tanto te gustaban, te gustaba hasta que te hiciera fotos, ¡con que poco te conformabas!, y que poco necesitabas para vivir!.
En los últimos tiempos cuando sentado en la butaca mirabas por la ventana con esos viejos ojos de mirada perdida, sin esperanza, porque la enfermedad, la vejez y el dolor te impedían ver si había algo bonito al otro lado, cuando contemplaba esto, me dolía el corazón, por no evitar el sufrimiento, por no poder evitar que sufrieras.
Hoy que ya no estás, que te has ido, me sigue doliendo el corazón Loyete, porque me has dejado aquí, con la difícil tarea de cuidar de mamá y no sé si estoy capacitada, procuraré hacer lo que hice contigo, lucharé porque el último tramo de vuestro camino sea lo más agradable posible, existe una diferencia entre los dos y es que a ella la digo todos los días que la quiero, y a ti no se que razón me impedía hacerlo, solo te lo escribía cuando os dejaba notas.
Ahora ya no importa, pero mucho te he querido aunque no siempre lo he sabido expresar. Cada vez que pueda iré al "Tiro de Eloy" para recordarte, acompañarte, y para seguir diciéndote....
Te quiero papá