lunes, 28 de marzo de 2011

Amigo mío:

Dedicado a J.M.

La vida nos juntó en un diciembre 
con ilusiones y proyectos 
y nos separó unos cuantos años después 
en un agosto sin piedad, 
hicimos historia, 
y ahora esos recuerdos me llevan a extrañarte, 
recordarte y quererte.

Los momentos difíciles 
hicieron que nuestra relación fuera también de amistad, 
los buenos momentos nos permitieron disfrutar de ella 
para recordar hoy.

Para mí sigues estando ahí porque hablo contigo muchos días, 
y me consuela saber que no estas solo, 
que estas bien acompañado.

Destacabas por alguna cualidad que transmitías, 
lo cual ennoblece mi vida.
Supiste ganarte el respeto y cariño 
con tu particular forma de ser.

Yo no sé escribir como lo hacías tú, 
¿recuerdas ese secreto que tenemos? 
Pero quiero plasmar mis sentimientos y mi recuerdo 
e intentaré hacerlo de la mejor manera posible, 
aunque seguro que harías muchas correcciones.

Compartí contigo mis problemas, 
rápidamente te pusiste en marcha para encontrar solución, 
y poco después te fuiste sin decir adiós. 

A veces me he sentido culpable de que la carga de mi problema colaborara en la tuya, si es así desde aquí te pido perdón, porque lo que mas me gustaría es que siguieras con nosotros, 
por ti y por todos los que te echamos de menos.

Hasta siempre compañero!!!

E.M.

martes, 22 de marzo de 2011

Lunes

¡Que silencio!
¡que soledad!
¡que vivir sin esperar!
¡que llanto tan triste!
¡que dolor!
¿Por qué no viniste?
¡que muerte tan lenta!
¡que agonía!
¡Que sufrimiento al saber
que no compartirás
tu vida con la mía!

Mi vida se apaga
cuanto mas se enciende mi amor
Mi dicha es poca
y demasiada mi desesperación.

Compartirte vida mía
es... humillación y dolor
pero no tenerte...
es aún peor.

Pienso en ti, y
te imagino
repartiendo con otros
lo que es mío.

¿Dónde estarás, cariño mío?
que muero sola y no estas conmigo?

E.M.

Retazos del pasado


Que amor el nuestro!
¡que locura tan capaz!
que desesperanza niña,
que irrealidad, ... que tristeza!
¡Pero que necesidad!
de tenerte siempre aquí, 
de no dejarte marchar
de besarte mucho, mucho, 
de abrazarte más y más
de conocer tus adentros, 
de no perderte jamás.